Situación Política en Honduras


La situación política de Honduras sigue complicada y confusa
Conforme a la demanda presentada por la Organización de Estados Americanos (OEA) al gobierno provisional de Honduras exigiendo la entrega voluntaria del poder político en el plazo de 72 horas, el Canciller provisional de este país, Enrique Ortez Colindres expresó el miércoles que, "es absolutamente imposible acceder a esa exigencia".

Conforme a la demanda presentada por la Organización de Estados Americanos (OEA) al gobierno provisional de Honduras exigiendo la entrega voluntaria del poder político en el plazo de 72 horas, el Canciller provisional de este país, Enrique Ortez Colindres expresó el miércoles que, "es absolutamente imposible acceder a esa exigencia". Al mismo tiempo, Manuel Zelaya, Presidente destituido, afirmó el mismo día que respeta la resolución de la OEA y volverá al país una vez cambie la situación de Honduras aplazando el plan original de regresar a Tegucigalpa el 2 de julio. La actual situación de Honduras sigue, pues, encontrada y en una situación complicada y confusa.
Después del golpe de estado del 28 de junio, este país centroamericano fue objeto de una condena unánime por los países americanos y la ONU. Pero el gobierno provisional que subió al poder después del golpe de estado, aún mantiene una actitud intransigente. Además, el Canciller provisional de este país, Enrique Ortez Colindres, aseguró el miércoles que la destitución de Zelaya es plenamente conforme con la actual Constitución de Honduras, razón por la cual, su país no tratará con la OEA sobre este asunto. Con anterioridad, Zelaya dijo que volvería a Honduras el día 2. Pero el gobierno provisional advirtió que en el supuesto de volver a Honduras, Zelaya sería arrestado inmediatamente. Por eso, los analistas coincidían al señalar que si Zelaya volvía a Honduras en la fecha fijada, entre sus partidarios y los del gobierno provisional estallará inmediatamente un serio conflicto. Pero Zelaya comunicó el jueves que aplaza tres días la fecha de su regreso al país, a fin de observar el desarrollo de la situación. Se prevé que durante esos tres días, las dos partes seguirán desplegando un arduo pulso, lo cual influirá de forma decisiva en la futura situación política de Honduras.
Actualmente, Zelaya, al parecer de muchos observadores, ha ganado la mayoría de los apoyos y el gobierno provisional de Honduras está cada día más aislado. La asamblea de la ONU aprobó el 30 de junio una resolución condenando el golpe de estado en Honduras. Además, la OEA dio el miércoles un ultimátum a los líderes del golpe, pidiendo que en el plazo de 72 horas devuelvan el poder político al presidente Zelaya destituido. Por otra parte, el Presidente venezolano Hugo Chávez ordenó al ejército entrar en estado de máxima alerta, e incluso advirtió con el uso de la fuerza a las autoridades promotoras del citado golpe. Asimismo, Chávez sugirió el 30 de junio a la ONU recurrir a una intervención militar para conjurar la acción golpista.
Hasta ahora, Guatemala, el Salvador y Nicaragua, lindantes con Honduras, cerraron temporalmente las fronteras terrestres. Venezuela, Cuba, Bolivia, Brasil y varios países latinoamericanos retiraron los embajadores acreditados en Honduras. Venezuela suspendió temporalmente la oferta de petróleo a Honduras y Brasil también hizo lo propio con toda la cooperación relacionada con dicho país. El 1 de julio, Francia, España y otros países europeos también anunciaron la retirada de sus embajadores acreditados en Tegucigalpa. El Banco Mundial y otras organizaciones financieras internacionales también acordaron la congelación de los créditos ofrecidos a Honduras. La embarazosa situación que encara el gabinete golpista es evidente.
La actitud de EEUU también llama poderosamente la atención. Actualmente, unos 800 efectivos del ejército estadounidense permanecen en Honduras, dedicados, principalmente, a la lucha contra el contrabando de drogas y otros delitos. Pero el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, dijo el miércoles que EEUU está observando la situación del país y que, por el momento, suspenden temporalmente las acciones militares conjuntas con Honduras.
Los analistas consideran que, en relación al golpe de estado en este país centroamericano, aunque la Comunidad Internacional lo condena unánimemente, ningún país actuará de forma temeraria. Actualmente, la posibilidad de resolver el contencioso de forma pacífica es aún mayor que a través del recurso a la fuerza. Las dos partes, Zelaya y Micheletti, arbitrarán alguna fórmula de conciliación para reorganizar el gobierno de Honduras, a fin de que la situación en este país avance por la senda de la paz y la estabilidad.